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Ayudas a la baja visión

Se trata de una limitación visual que dificulta la realización de ciertas tareas de la vida cotidiana. 

En sí, la Baja Visión, no es una enfermedad, sino la consecuencia de una enfermedad visual avanzada, como puede ser las cataratas, la degeneración macular, la retinopatía diabética, el glaucoma, la retinosis pigmentaria, cuando el tratamiento específico ya ha llegado a su límite.

El diagnóstico de Baja Visión se establece con el de la enfermedad que la causa. 

El tratamiento consiste en potenciar y sacar el mayor partido de la función visual residual del paciente, mediante la adaptación y utilización de instrumentos ópticos específicos.

Ayudas ópticas.  Se trata de lentes personalizadas, de uso manual o montadas en gafas, que proporcionan un aumento adecuado al paciente. Fundamentalmente se trata de lupas y telescopios.